Por qué el acero inoxidable es indestructible: el secreto está en su composición
La fuerza del acero inoxidable reside en su composición, que contiene hierro (que proporciona robustez estructural y versatilidad), níquel (que mejora la resistencia mecánica, la trabajabilidad y el brillo), molibdeno (que aumenta la resistencia a la corrosión), carbono (que mejora la resistencia mecánica), además de manganeso, silicio, titanio, nitrógeno y, sobre todo, un porcentaje de cromo que crea una capa invisible en la superficie, protegiendo silenciosamente el material contra la corrosión, el óxido y el deterioro, incluso en condiciones climáticas extremas como nieve, hielo y lluvia intensa. Las aleaciones de la serie 300 (por ejemplo, AISI 304 y 316), en particular, mantienen una excelente tenacidad incluso a temperaturas muy bajas, resultando ideales para infraestructuras y construcciones como puentes, pasamanos, fachadas de edificios y, en general, estructuras expuestas a los agentes atmosféricos, medios de transporte desde vagones de tren hasta automóviles, equipamientos urbanos como bancos, farolas y cercas, y sistemas de almacenamiento y transporte para alimentos y medicamentos.
Pero además, y gracias a su resistencia, el acero inoxidable también destaca por ser un material sostenible, 100 % reciclable y potencialmente eterno. Por este motivo, en los últimos años, esta aleación indestructible ha comenzado a ser cada vez más utilizada para realizar cocinas interiores y exteriores, incluso en países donde las condiciones climáticas nunca han sido especialmente favorables para la vida al aire libre.
¿Cuáles son las ventajas del acero inoxidable en las cocinas exteriores?
Entre las principales ventajas de utilizar el acero inoxidable como material principal en la construcción de una cocina exterior, además de su ya mencionada resistencia a los agentes atmosféricos, a las bajas temperaturas y al deterioro, no podemos dejar de mencionar:
- La higiene y facilidad de limpieza, gracias a la no porosidad del material, que impide la absorción de suciedad, bacterias y líquidos;
- La estética moderna y versátil, que se adapta fácilmente a cualquier espacio exterior, desde grandes jardines hasta pequeñas terrazas;
- La compatibilidad y uniformidad estética con los electrodomésticos de exterior, muchos de los cuales también están fabricados en acero inoxidable;
- La resistencia al calor, fundamental para garantizar la seguridad y un rendimiento óptimo cerca de barbacoas y hornos.
El acero inoxidable es, por lo tanto, capaz de hacer funcional una cocina exterior, que puede utilizarse 365 días al año, potencialmente durante toda la vida. Si bien ningún material es realmente indestructible, el acero inoxidable se acerca a esta definición gracias a su composición química, que le permite mantener sus propiedades estructurales y estéticas incluso en condiciones ambientales extremas.