Agosto y barbacoa son dos palabras que se encuentran a menudo en la misma frase. ¿Qué mejor momento que el mes de verano por excelencia para hacer barbacoas con los amigos? La barbacoa de Ferragosto, no por casualidad, tiene una tradición muy respetable en Italia. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo nace la barbacoa y cuál es la historia de este portentoso método de cocción que puedes utilizar en tu cocina de exterior? Aquí están todas las curiosidades sobre la historia de la barbacoa.
Orígenes ancestrales para una cocción lenta y a baja temperatura
Las orígenes de la barbacoa son muy antiguas y parecen remontarse a la época de Cristóbal Colón, cuando este hombre puso pie por primera vez en suelo americano (que confundió con las Indias). Los nativos americanos de la pequeña isla en la que desembarcó la flota de Colón acogieron a todos los miembros de la tripulación. Estos últimos tuvieron la oportunidad de observar como, cuando les ofrecían la carne, esta se cocinaba sobre una llama NO directa, sino que pasaba por algunos haces de leña verde a través de una estera de madera. La estera servía para evitar el contacto de la carne con la tierra, con los insectos y otras contaminaciones. La misma función tenía también el humo que emanaba de la cocción, que servía para conservar el alimento durante mucho tiempo y mantenerlo en buen estado. Una vez aprendida la técnica, los colonizadores españoles se trasladaron a otras zonas de América del Norte, de modo que, a finales del siglo XVI, el método de la barbacoa llegó incluso a la actual Virginia.
La etimología del término “barbacoa”
¿De dónde deriva la palabra “barbacoa”? Parece que los españoles, trayendo a casa el método de cocción que habían observado en América, lo llamaban “Barbacoa”, del original “Baa bu kan” del Caribe. Otros, en cambio, remontan el término al dicho francés “de la barbe a la queque” (de la cabeza a la cola), que, sin embargo, indicaba específicamente más la cocción en el asador. Parece, pues, que es más fiable la palabra española.
La barbecue belt: el cinturón de la barbacoa
Eso explica por qué en Estados Unidos la barbacoa es una verdadera institución. De hecho, forma parte de una de las tradiciones irrenunciables para los americanos, sobre todo de los estados del Sur (Missisipi, Texas, Kansas, etc.). Incluso el territorio que se extiende desde Carolina hasta el Medio Oeste tiene un nombre específico: barbecue belt, es decir el cinturón de la barbacoa. Se dice que el primer restaurante en proponer exclusivamente este método de cocción de la carne data de principios del siglo XX, en Kansas City.
La evolución de la barbacoa en Europa
Cuando algunos de los exploradores españoles volvieron a casa (a diferencia de los colonizadores, que en cambio permanecieron en Ámerica), quisieron a toda costa reproducir esta técnica de cocción de las carnes, tanto que después se convirtió en una de las más queridas en todo el mundo. Las primeras reproducciones europeas de la barbacoa se limitan a bloques de mampostería coronados por placas de metal. Posteriormente, en 1952, hubo un giro, con la invención del kettle. Se trata de una especie de boya metálica inventada para la cocción de la carne por George Stephen, empleado de una empresa de boyas náuticas, pero con la pasión de la barbacoa. Con el kettle no se temía el viento y la cocción permanecía segura, protegida por el brasero básico y la tapa. El resultado fue tan sorprendente en el sabor de las carnes, que Stephen y su mujer patentaron el invento con la Original Kettle, de la marca Weber-Stephen.
Hoy en día, las barbacoas más vanguardistas se pueden encontrar en nuestras cocinas de exterior, para tener siempre el placer de asar en compañía, no sólo en agosto, sino todo el año.